En el momento en que un hombre venezolano de 38 años salió de la sala del tribunal de inmigración de San Diego el jueves, agentes de inmigración lo esperaban en el pasillo para arrestarlo esposado.
El hombre, solicitante de asilo, aún tenía un caso abierto ante el tribunal. Pero eso parecía no importar.
Estaba entre al menos 11 personas arrestadas el jueves tras sus audiencias de inmigración en el Edificio Federal Edward J. Schwartz en el centro de San Diego, como parte de una implementación nacional de la última táctica de la istración Trump para aumentar las deportaciones.
“Quedé en shock”, dijo su abogada de inmigración, Leslie Santos, sobre el repentino arresto.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha comenzado a detener a personas en tribunales federales de todo el país, según varios informes de prensa. Los arrestos continuaron el viernes, con nueve detenidos, según informaron defensores de los inmigrantes.
El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva en enero que amplía la deportación acelerada. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) ha impugnado el plan en los tribunales, y el gobierno ha presentado una moción para desestimar el caso.
Bajo esta política, los inmigrantes indocumentados que no puedan demostrar que han vivido en Estados Unidos durante al menos dos años están sujetos a un proceso de deportación acelerada. Debido a este proceso, en ciertos casos, las personas podrían ser expulsadas del país sin una audiencia ante un juez de inmigración.
“La mayoría de los extranjeros que ingresaron ilegalmente a Estados Unidos en los últimos dos años están sujetos a deportaciones aceleradas”, declaró el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) el viernes al ser preguntado sobre los arrestos judiciales. “(El presidente Joe) Biden ignoró este hecho legal y optó por liberar a millones de extranjeros indocumentados, incluyendo delincuentes violentos, en el país con una citación para comparecer ante un juez de inmigración. El ICE ahora está cumpliendo con la ley y está aplicando el proceso de deportación acelerada a estos extranjeros indocumentados, como siempre debió haber sido”.
El DHS afirmó que los casos de asilo “creíbles” seguirían adelante.
“Si tienen una solicitud válida de temor creíble, continuarán con los procedimientos de inmigración, pero si no se encuentra una solicitud válida, los extranjeros serán objeto de una deportación rápida”, declaró la agencia.
Si bien muchas de las personas arrestadas fuera del tribunal en San Diego vieron sus casos de inmigración desestimados por un juez en los momentos previos a su detención, según el Consorcio de Derechos de los Inmigrantes de San Diego, la clienta de Santos no.
El venezolano, a quien Santos no identificó completamente porque no pudo pedirle permiso, huyó de su país para escapar de la persecución como parte de la comunidad LGBTQ, explicó la abogada. Desde que ingresó a Estados Unidos, ha vivido en San Diego sin ningún problema penal, añadió.
Llegó a Estados Unidos en junio de 2024 utilizando la aplicación móvil CBP One, requerida bajo la istración Biden para que los solicitantes de asilo se presentaran legalmente en un puerto de entrada para su revisión.
Mientras los agentes de ICE esposaban a la clienta de Santos en el pasillo, ella les preguntó por qué lo detenían si su caso aún no había sido cancelado. Aunque los abogados del gobierno habían solicitado la desestimación del caso, Santos se opuso, por lo que el juez concedió una prórroga de 10 días para responder a la moción, afirmó.
“Estas acciones son un intento deliberado de socavar el espíritu humano y el principio mismo que nuestras leyes de asilo deben defender”, declaró Crystal Felix, representante legal del Consorcio por los Derechos de los Inmigrantes y miembro de la sección de San Diego de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración, en un comunicado. “También supone un desperdicio asombroso de recursos judiciales: los casos se programan, se preparan y luego se desechan en el último minuto, lo que demuestra un flagrante desprecio por el debido proceso y la eficiencia”.
El miércoles comenzaron a llegar noticias de arrestos, cuando un hombre venezolano de 22 años fue arrestado al salir de la sala del tribunal donde un juez había desestimado su caso, según informó su abogado, Michael Hirman. El hombre solo fue identificado como José por motivos de seguridad.
Explicó que José era un exoficial militar en Venezuela al que se le ordenó oponerse a quienes se oponían al gobierno. Se negó y fue torturado, dijo Hirman. Llegó a la frontera entre Estados Unidos y México en enero y solicitó asilo.
Hirman dijo que le sorprendió que el gobierno desestimara el caso. Pensó que era una buena noticia, ya que les permitiría presentar una petición para que permaneciera en el país ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, ya que ya no había un caso en la corte de inmigración.
Pero mientras José abrazaba a su familia extendida después de la audiencia, agentes de inmigración se le acercaron en el pasillo. “Pasó de eso a verlo esposarlo y llevárselo”, dijo Hirman.
Dijo que su cliente tuvo una entrevista de temor creíble después de su arresto y que tiene la esperanza de obtener otra audiencia.
Con ese arresto, los defensores y abogados de inmigrantes quedaron sobre aviso.
El jueves por la mañana, Ruth, una voluntaria que pidió no ser identificada por temor a represalias, acompañó a un solicitante de asilo colombiano a su audiencia judicial, algo que los voluntarios llevan haciendo desde hace mucho tiempo para apoyar a los migrantes sin representación legal. Finalmente, ella y otros voluntarios notaron que oficiales de inmigración llegaban al pasillo para detener a las personas.
El colombiano, que llegó a Estados Unidos hace aproximadamente un año y no tenía abogado, estaba entre al menos tres personas que, según los defensores de inmigración, fueron arrestadas la mañana del jueves. Al igual que Santos, su caso aún no había sido sobreseído por un juez antes de ser detenido, dijo Ruth.
“Hizo su parte y vino aquí de buena fe”, dijo sobre el migrante.
Los defensores sospecharon entonces que ICE estaba atacando a personas sin representación legal, por lo que aron a abogados de inmigración.
“Este nivel, esta demostración de fuerza es muy inusual”, dijo Ginger Jacobs, abogada de inmigración que se presentó para brindar asistencia y representación pro bono a inmigrantes, sobre la presencia de ICE. Comentó que en sus 23 años como abogada de inmigración, nunca había visto una escena como la que se desarrollaba fuera de los tribunales.
Por la tarde, abogados y defensores habían señalado a la docena de agentes de ICE en el pasillo que parecía no importar si el inmigrante tenía representación legal o no. Lo que sí parecían tener en común los migrantes era que habían llegado al país hacía menos de dos años.
“Mi mayor preocupación es el debido proceso”, dijo Jacobs. “¿Estas personas van a tener una audiencia justa? Si ya estaban en procedimientos judiciales de inmigración, ¿continuarán estos procedimientos?”
Decenas de personas observaron, y algunas grabaron con sus teléfonos celulares, cómo los agentes de inmigración, con lo que parecía una especie de lista en la mano, esposaban a una docena de inmigrantes mientras salían de diferentes salas del tribunal dentro del edificio a lo largo del día. Los agentes advirtieron que serían arrestados si interferían con un arresto.
Un hombre comenzó a hiperventilar mientras estaba esposado en el suelo tras ser detenido. Su abogado pidió repetidamente a los agentes que le mostraran una orden judicial. Mientras el hombre estaba en el suelo rodeado de agentes, se hizo evidente que no era la persona que buscaban, y lo liberaron.
“Hoy fue un día caótico, feo”, dijo el jueves Michelle Celleri, directora de derechos legales de la organización sin fines de lucro Alliance San Diego.
Celleri elogió la rápida intervención de los abogados y voluntarios que monitorearon la situación. Pero ahora, cree que la amenaza de detención en los tribunales podría cambiar los hábitos de los migrantes, obligándolos a permanecer aún más en la sombra.
“Sin duda, habrá miedo en la comunidad a presentarse”, dijo. “Sin embargo, es necesario que las personas se presenten a sus audiencias. Si no se presentan, se emitirá una orden de deportación en su ausencia”.
Original Story
Deportation effort escalates, with agents making arrests outside San Diego immigration courtrooms
