
Un hombre de 22 años fue condenado el lunes a juicio por asesinato e intento de asesinato por un tiroteo en el este del condado, mientras que su coacusado se declaró culpable de homicidio involuntario.
Hunter Randall White está acusado en el Tribunal Superior de El Cajón por el tiroteo fatal de Javier Medina, de 27 años, en una zona no incorporada cerca de El Cajón el 13 de noviembre de 2023.
Los agentes del sheriff encontraron a Medina herido en East Bradley Avenue poco antes de las 10 p. m. de esa noche. Fue trasladado a un hospital, donde falleció dos días después. White también está acusado de intento de asesinato por presuntamente disparar contra un segundo hombre durante el mismo tiroteo que mató a Medina.
La madre de White, Carla White, quien trabajó para el departamento de libertad condicional del condado durante casi dos décadas, fue sentenciada el mes pasado a un año de cárcel por ayudar a su hijo a evadir la captura mientras la policía lo buscaba por el asesinato de Medina.
La fiscalía afirmó que ella sacó a su hijo del lugar del tiroteo y posteriormente le entregó un folleto confidencial de alerta, que indicaba que las fuerzas del orden lo buscaban.
Se encontró una foto de dicho folleto en el teléfono de Hunter White cuando los investigadores lo registraron, según el testimonio de una audiencia preliminar celebrada para determinar si sería juzgado por el tiroteo.
Esa misma búsqueda telefónica reveló que llamó a su madre en numerosas ocasiones poco después del tiroteo, le envió un mensaje con la frase “Date prisa” y le envió la dirección donde se encontraba.
Antes de la audiencia preliminar, el coacusado de White, Kristian Wolf, de 24 años, se declaró culpable de homicidio voluntario. Se espera que Wolf reciba una condena de 12 años de prisión estatal a finales de este año.
Según el testimonio de la audiencia preliminar, justo antes del tiroteo de la noche del 13 de noviembre, White y Wolf fueron vistos en imágenes de vigilancia caminando por un complejo de apartamentos cerca del lugar del tiroteo. Ninguno de los acusados residía en dicho complejo.
Pruebas en redes sociales y teléfonos celulares, tomadas de los teléfonos de la víctima y los acusados, indicaron que se conocían y que existía una animosidad constante.
Los testigos declararon a los investigadores que los hombres se acercaron a Medina y le lanzaron un desafío pandillero justo antes de que le dispararan. No se encontraron armas en Medina ni en el lugar del tiroteo.
Tras el arresto de White, fue puesto en una celda con un informante confidencial, pero se negó a hablar sobre el tiroteo, según el testimonio.
Los investigadores le informaron entonces que habían encontrado su ADN en casquillos de bala del lugar del tiroteo, pero esto era falso, según testificó el detective del sheriff, Sean Mula. Tras recibir esta información falsa, White itió ante el informante haber disparado a Medina, según Mula.
White permanece detenido sin derecho a fianza.
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