
Familiares afirmaron que su hermano menor fue asesinado a tiros por la policía de San Diego el viernes, condenando su asesinato como injusto y refutando la afirmación de las autoridades de que estaba armado.
La policía disparó al hombre, quien se había refugiado dentro de un auto durante un enfrentamiento de 40 minutos con la policía en el vecindario de Stockton, porque creían que les había apuntado con un arma. Inicialmente, las autoridades afirmaron haber encontrado una pistola negra en el auto, pero posteriormente los investigadores descubrieron que en realidad era una pistola de aire comprimido.
Dos hermanos identificaron a su hermano menor, Kevin García, como el fallecido a tiros por la policía. Kevin tenía 19 años, según informaron su hermana Yazmyn García, de 23 años, y su hermano Miguel García, de 24. Las autoridades describieron al hombre baleado como un hombre de unos 20 años.
El domingo, a través de un traductor, Yazmyn dijo que habló con la mujer que estaba en el auto con Kevin, quien le dijo que no tenía ningún arma.
Yazmyn dijo que no le han dicho dónde está el cuerpo de Kevin ni que las autoridades se han puesto en o con ella. Solo quiere saber dónde está su hermano para poder verlo. La familia desea llevar el cuerpo a su país natal, México, para ser enterrado, añadió Yazmyn.
Los agentes del sheriff, que investigan el tiroteo según el protocolo del condado, informaron el domingo por la mañana que aún no revelan el nombre del hombre fallecido porque sus seres queridos aún no han sido notificados. Hasta las 6 p. m., no habían respondido a las preguntas sobre las novedades de la investigación ni a las declaraciones de la familia García.
El incidente del viernes comenzó alrededor de las 10 a. m. cuando un peatón le hizo señas a un sargento de la policía de San Diego, alegando haber visto a un hombre apuntando con una pistola negra a otra persona cerca de la intersección de las calles K y 31, según el teniente del sheriff, Juan Márquez.
La policía encontró a un hombre que coincidía con la descripción del posible pistolero sentado en un auto estacionado en la calle, junto a la Iglesia Episcopal Africana Metodista Bethel (AME), con una mujer en el asiento del copiloto, según los agentes.
La policía comenzó a negociar con ellos y les pidió que salieran del auto, según informaron las autoridades. La mujer salió, pero el hombre se negó. La policía llamó a del equipo SWAT y posteriormente disparó balas de pimienta contra la ventana abierta del auto, pero el hombre seguía negándose a salir, según informaron las autoridades.
La policía alegó haber visto al hombre apuntar lo que parecía una pistola desde la ventana del auto, y disparó varias veces contra el vehículo, impactándolo. Fue trasladado a un hospital, donde falleció.
Yazmyn describió a Kevin como una persona cariñosa y atenta con su familia y amigos, “una persona con un corazón hermoso”. Añadió en una publicación en redes sociales que su hermano luchaba con problemas psicológicos, como depresión y consumo de drogas, y que la policía debería haberlo tratado de manera diferente.
Los hermanos se encontraban entre las tres docenas de personas que se reunieron junto a la Iglesia Episcopal Africana Metodista Bethel el domingo por la tarde para protestar por el tiroteo. Los asistentes colocaron velas, globos, flores, gorras de béisbol, botellas, una patineta y un par de zapatillas Nike rojas, azules y plateadas, junto a un cartel que decía: “Te queremos, Smiley, te fuiste, pero nunca te olvidamos”.
Los manifestantes portaban carteles que decían “Justicia”, “¿Soy el siguiente?” y “No al racismo”. Al fondo, Yazmyn lloraba en los brazos de Miguel.
Original Story
Family condemns San Diego police’s shooting of their younger brother