En el sitio de construcción del nuevo cruce fronterizo Otay Mesa East, decenas de trabajadores en el lado mexicano han estado ocupados trabajando en las estructuras necesarias para conectar el tráfico como parte del tan esperado proyecto.
En el lado estadounidense, la instalación del cruce fronterizo aún no se ha levantado del suelo.
El proyecto ahora enfrenta otro retraso y no se espera que abra hasta, tentativamente, finales de 2027, tres años después de la fecha de finalización original. Mientras se espera la luz verde para comenzar la construcción, el viernes se aprobaron varios acuerdos para avanzar en el proyecto, incluida una enmienda a un acuerdo previo de reparto de peajes entre los dos países.
“Sin duda hay un retraso, pero no es del lado mexicano”, dijo la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, en una conferencia de prensa a principios de este mes.
En junio de 2021, altos funcionarios de California y México firmaron un acuerdo comprometiéndose a trabajar juntos para completar el proyecto a finales de este año. En agosto de 2022, funcionarios de ambos lados de la frontera celebraron la inauguración del proyecto. Pero el año pasado, los funcionarios de San Diego reconocieron que el cruce fronterizo Otay Mesa East abriría tentativamente en 2026.
Una vez más, el proyecto, con más de 20 años en proceso, ha sido pospuesto.
La Asociación de Gobiernos de San Diego, o SANDAG, que es el patrocinador del proyecto junto con Caltrans, dijo que el retraso se debe a acuerdos pendientes con el gobierno federal sobre roles y responsabilidades de operación y mantenimiento.
“El Estado de California, Caltrans y SANDAG continúan negociando con el gobierno federal para solidificar los detalles finales del puerto de entrada en sí”, dijeron funcionarios de SANDAG en un comunicado. “Pero el progreso continúa”.
“Hemos hecho varios avances, incluida la construcción y finalización de la Ruta Estatal 11, 7 nuevos puentes, 3 intercambios, la instalación de 17 millas de cable de fibra óptica, la reubicación de servicios públicos internacionales y la adición de 7 monitores de calidad del aire en el área de Otay Mesa”, añadieron los funcionarios de SANDAG.
Caltrans y la región han invertido $2.7 mil millones en el área de Otay Mesa, dijo SANDAG, de los cuales $1.3 mil millones fueron para el proyecto SR-11/Otay Mesa East. También se espera que el proyecto, que fue considerado por los funcionarios como “una prioridad principal y crítico para la economía de nuestra región, la cadena de suministro global y la calidad del aire”, reciba más fondos estatales en el futuro cercano.
SANDAG y Caltrans han estado en conversaciones con Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP) y la istración de Servicios Generales (GSA), que gestiona propiedades federales. “Los patrocinadores del proyecto están en negociaciones con las agencias federales sobre los acuerdos necesarios para transferir el puerto al gobierno federal y su operación posterior”, dijo un portavoz de CBP.
La agencia agregó que las discusiones sobre los requisitos de personal, diseño y tecnología están en curso y “sujetas a una multitud de factores en evolución”.
A diferencia del Puerto de Entrada de San Ysidro o el Puerto de Entrada de Otay Mesa existente, el nuevo cruce, tanto para vehículos de pasajeros como comerciales, requerirá un peaje, lo que debería garantizar tiempos de espera más cortos. México y EE.UU. dividirán los ingresos.
Bajo un acuerdo anterior con México, toda la transacción se llevaría a cabo en SR-11 en el lado estadounidense, pero se espera que eso cambie.
Los funcionarios informaron en una reunión de la junta de SANDAG en mayo que la istración Federal de Carreteras expresó preocupaciones sobre si esa estructura cumplía con ciertas regulaciones “que gobiernan cómo se pueden usar los peajes en una carretera financiada con fondos federales como SR-11”.
“Les preocupaba que eso pudiera impedirnos compartir los peajes con México y también usar los fondos para ciertos elementos no relacionados con el transporte superficial, como los gastos de operación y mantenimiento de CBP y GSA”, dijo Betsy Blake, asesora legal senior de SANDAG.
La nueva enmienda aprobada el viernes por la junta propone un sistema de peaje completamente electrónico, en el que los lectores de peaje primarios ahora se ubicarán en el lado mexicano y un conjunto secundario en el lado estadounidense en caso de que los primarios fallen o necesiten ser desconectados para reparaciones. Sin embargo, las transacciones de peaje reales serán gestionadas por SANDAG. El Banco de Desarrollo de América del Norte seguirá siendo el custodio y distribuidor de los fondos de peaje.
La propuesta está sujeta a la aprobación de México.
Los ingresos de EE.UU. se utilizarán para inversiones relacionadas con el mantenimiento, operación o expansión del proyecto.
El 27 de junio, SANDAG y Caltrans firmaron un memorando de entendimiento con CBP y GSA que les permitirá diseñar completamente el puerto de entrada y buscar un contratista para los servicios de preconstrucción, dijeron los funcionarios.
SANDAG está esperando la aprobación del gobierno federal para proceder con la construcción. Una vez que eso suceda, la construcción, que se espera tome aproximadamente dos años, podría comenzar a finales de 2025.
María Rodríguez, gerente del proyecto en SANDAG, dijo el viernes que la agencia trabajará con CBP y GSA para explorar la posibilidad de una apertura por fases. “Eso significa que priorizaremos tal vez abrir primero para carga, y tal vez más tarde para vehículos de pasajeros, o viceversa”, dijo. “Vamos a evaluar estas opciones con un contratista el próximo año. Por lo tanto, podría haber una apertura antes de 2027”.
México tiene como objetivo completar su parte del proyecto antes del final del mandato de seis años del presidente Andrés Manuel López Obrador en octubre.
En Baja California, los funcionarios están resignados al hecho de que EE.UU. está años atrasado en la apertura, por lo que ya están explorando opciones para utilizar la infraestructura recién construida en su lado mientras tanto.
Las propuestas incluyen pedir a EE.UU. que permita que la carga en dirección sur cruce a través de las nuevas carreteras, o desviar la fila de tráfico de camiones en dirección norte hacia el nuevo puerto de entrada.
Delays continue to plague completion of Otay Mesa East border crossing
